¡Yeiii! No sé si lo sabes pero este mes (hace 6 días para ser más exacta) fue mi CUMPLEAÑOS 🥳 y debo confesar que con cada cumpleaños que pasa, intento mirar amorosamente el camino transcurrido y felicitarme por lo logrado, animarme por aquello que de pronto no salió como esperaba y sobre todo darme gracias por decidir activamente VIVIR cada día que pasa. Esto quizás pueda sonar un poco obvio, pero cuando hablo de vivir, me refiero a disfrutar cada instante al máximo, a permitirme sentir cada emoción que surge dentro sin juicios, sin culpas, sin miradas de reproche; me refiero a vivir entendiendo que todo tiene un propósito más elevado del que podemos vislumbrar a simple vista y lo más importante, me refiero a poder mirar incluso las experiencias que parecen “malas” como grandes oportunidades para crecer, aprender y ser mejor.
Llegar a este entendimiento me ha supuesto despertar cada día con la certeza de que HOY también me voy a amar y además, lo voy a hacer más que ayer. No te puedo asegurar que todos los días lo logro tal como quisiera, pero lo que sí puedes tener por seguro es que lo intento con toda la voluntad que me es posible.
Durante mis últimos años de vida, he descubierto que amarme contiene en sí todos los colores que conocemos, a veces es una experiencia apasionada que me hace pensar en el rojo brillante, otras veces me quedo con una sensación esperanzadora de hacer las cosas lo mejor que puedo y esto me recuerda a los tonos verdes, en otras oportunidades siento euforia y alegría intensa por cuidarme, consentirme y mirarme al espejo sonriente, esto se parece al amarillo que con su brillo nos alegra la existencia. Pero debo reconocer que a veces las tonalidades grises (que son necesarias) también se asoman y vuelven la experiencia de amarme más reflexiva, contemplativa y pausada. No se trata de sentir que retrocedo, sino de disfrutar del gris que aunque parece estancarme, realmente termina por propulsarme a un amor más auténtico y espontáneo, pues me enfrenta mis propias sombras, miedos, debilidades, en las que descubro que formo parte del todo y que cada color tiene su propio lugar en el arte de amarnos.
Qué PAZ siento al ser parte de un abanico tan grande de colores y posibilidades, por lo que no puedo sentir más que profunda gratitud por mi existencia y por lo que hasta el día de hoy he conseguido en medio del silencio y del ruido, de la adversidad y la alegría.
Es por eso, que en honra de mi propio proceso, quiero invitarte a que puedas descubrir también tú EL ARTE DE AMARTE a través de los colores, con el curso ME AMO A TODO COLOR que inicia una vez más el día 18 de octubre y que es un regalo para el alma, un mimo a tu mente y una caricia a tu ser físico. Somos parte del todo, somos uno solo.
Si pedías una señal ¡ES ESTA! no hay casualidades, solo coincidencias perfectas que nos permiten crecer juntos.
En la salud y en la enfermedad, en las buenas y malas, en la dualidad y la no separación… en todo momento ¡ME QUEDO CONMIGO! y en ese lugar de paz ¡ME AMO MÁS Y MÁS CADA VEZ!
Este curso de 4 semanas que hoy ofrezco, es para ti si quieres amarte más, honrarte más, aprender más de ti, escucharte y serte fiel en el día a día. Sanar es el trabajo que tenemos por hacer HOY y con los colores se vuelve aún más mágico y poderoso.
¡Te acompaño en la aventura! ¿Te unes? Te dejo el link por acá 🙂